viernes, 3 de diciembre de 2010

LAS TICS EN LA EDUCACIÓN MÉDICA . Gerardo Valdovinos Sánchez (Optometrista)


Condiciones previas
Las TICs deben formar parte del entrenamiento básico y avanzado de los estudiantes de medicina y de los profesionales en activo. Esta formación ha de abarcar dos vertientes: una, correspondiente a las diversas terminales propias de los usuarios y su manejo experto, y en segundo lugar, el manejo de las herramientas de interrelación entre usuarios, así como el de las bibliotecas digitales y la búsqueda de información en general. en todas sus facetas. Estas premisas contituyen la base para que las TIC puedan dar todo su valor añadido en el día a día de estudiantes y profesores.

La medicina y los sistemas sanitarios tienen en la introducción y uso de las TICs, especialmente Internet, un reto que afecta a todas las actividades, agentes y organizaciones de este sector. Obviamente, la educación médica no esta excluida de este proceso. 
La introducción y el uso de las tecnologías de Internet en este ámbito ha de tener en cuenta factores relacionados con la tecnología, la pedagogía y la organización. Si se ha recalcado que la tecnología no es un fin en si misma, hemos de pensar que tampoco lo son ni la pedagogía ni la organización. Es en la intersección de estas tres esferas donde se encuentran las claves para la introducción de Internet, como medio de información, comunicación y organización social, en la educación médica.
La introducción y uso de las Tecnologías de la Información y la Comunicación, especialmente Internet, en el ámbito de la salud, la medicina y los sistemas sanitarios enfrenta a todos los agentes e instituciones ante numerosos retos. La educación y la formación, como actividades claves tanto de la sociedad de la información como de los sistemas sanitarios, también se ven afectadas por este proceso de cambio. La finalidad de este artículo es identificar y analizar algunos de los aspectos claves relacionados con la introducción de las TICs e Internet en el ámbito de la educación médica continuada desde el punto de vista organizacional.
Esta visión nos permite combinar factores pedagógicos, tecnológicos y organizativos. 
Las TIC en la enseñanza de grado
Clases magistrales
La clase magistral en versión clásica se diseña basándose en el profesor y con un alumno que recibe información pasivamente. Este perfil arranca del siglo XX, cuando el conocimiento estaba ligado principalmente a la experiencia del profesor; sin embargo, en la actualidad, la accesibilidad a la información de las bibliotecas presenciales o virtuales –por tanto, sin limites horarios ni geográficos– aconseja redefinir la función de la clase. Las TIC permiten este cambio. Su aportación más notable puede ser la videoconferencia, que permite acercar a los mejores expertos para que aporten su opinión y experiencia en temas de máximo interés. El hecho de aproximar los expertos a los alumnos, además de transmitir su experiencia, cumple una función de modelaje, es decir, de copia de un estilo y una cultura de hacer la medicina. Estos expertos, especialmente cuando son de otros países, permiten visualizar la importancia de los idiomas en la cultura médica actual. Las herramientas de comunicación en tiempo real o diferido y las herramientas de trabajo colaborativo virtuales ofrecen un nivel de interactividad profesor/alumno que el aula presencial clásica nunca ha alcanzado.
Talleres
Esta herramienta permite el trabajo en grupos pequeños, normalmente no superiores a 12 personas, y dentro del cual el papel de profesor se transforma en el de tutor. La función del trabajo en talleres consiste en desarrollar el pensamiento crítico y reflexivo. En este ambiente, las pizarras interactivas (blackboards) y la consulta de las bibliotecas virtuales, tanto para buscar evidencia como para obtener respuestas a los temas tratados, se basan en las TIC. El trabajo colectivo mediante herramientas de comunicación y colaborativas se hacen imprescindibles. Las TIC tienen otra vez un protagonismo central.
También conviene que la telemedicina, la teleasistencia, la historia clínica informatizada y la receta electrónica se conozcan desde los últimos años de la carrera, de manera que se facilite su utilización al llegar a los hospitales.
Las TICs han llegado a ser uno de los pilares básicos de la sociedad y hoy es necesario proporcionar al ciudadano una educación que tenga que cuenta esta realidad.
Las posibilidades educativas de las TICs han de ser consideradas en dos aspectos: su conocimiento y su uso.

El primer aspecto es consecuencia directa de la cultura de la sociedad actual. No se puede entender el mundo de hoy sin un mínimo de cultura informática. Es preciso entender cómo se genera, cómo se almacena, cómo se transforma, cómo se transmite y cómo se accede a la información en sus múltiples manifestaciones (textos, imágenes, sonidos) si no se quiere estar al margen de las corrientes culturales. Hay que intentar participar en la generación de esa cultura. Es ésa la gran oportunidad, que presenta dos facetas:
· integrar esta nueva cultura en la Educación, contemplándola en todos los niveles de la enseñanza.
Ese conocimiento se traduzca en un uso generalizado de las TICs para lograr, libre, espontánea y permanentemente, una formación a lo largo de toda la vida
El segundo aspecto, aunque también muy estrechamente relacionado con el primero, es más técnico. Se deben usar las TICs para aprender y para enseñar. Es decir el aprendizaje de cualquier materia o habilidad se puede facilitar mediante las TICs y, en particular, mediante Internet, aplicando las técnicas adecuadas. Este segundo aspecto tiene que ver muy ajustadamente con la Informática Educativa.
No es fácil practicar una enseñanza de las TICs que resuelva todos los problemas que se presentan, pero hay que tratar de desarrollar sistemas de enseñanza que relacionen los distintos aspectos de la Informática y de la transmisión de información, siendo al mismo tiempo lo más constructivos que sea posible desde el punto de vista metodológico.
Llegar a hacer bien este cometido es muy difícil. Requiere un gran esfuerzo de cada profesor implicado y un trabajo importante de planificación y coordinación del equipo de profesores. Aunque es un trabajo muy motivador, surgen tareas por doquier, tales como la preparación de materiales adecuados para el alumno, porque no suele haber textos ni productos educativos adecuados para este tipo de enseñanzas. Tenemos la oportunidad de cubrir esa necesidad. Se trata de crear una enseñanza de forma que teoría, abstracción, diseño y experimentación estén integrados.
Las discusiones que se han venido manteniendo por los distintos grupos de trabajo interesados en el tema se enfocaron en dos posiciones. Una consiste en incluir asignaturas de Informática en los planes de estudio y la segunda en modificar las materias convencionales teniendo en cuenta la presencia de las TICs. Actualmente se piensa que ambas posturas han de ser tomadas en consideración y no se contraponen.
De cualquier forma, es fundamental para introducir la informática en la escuela, la sensibilización e iniciación de los profesores a la informática, sobre todo cuando se quiere introducir por áreas (como contenido curricular y como medio didáctico).
Por lo tanto, los programas dirigidos a la formación de los profesores en el uso educativo de las Nuevas Tecnologías de la Información y Comunicación deben proponerse como objetivos:
 Contribuir a la actualización del Sistema Educativo que una sociedad fuertemente influida por las nuevas tecnologías demanda.

 Facilitar a los profesores la adquisición de bases teóricas y destrezas operativas que les permitan integrar, en su práctica docente, los medios didácticos en general y los basados en nuevas tecnologías en particular.

Adquirir una visión global sobre la integración de las nuevas tecnologías en el currículum, analizando las modificaciones que sufren sus diferentes elementos: contenidos, metodología, evaluación, etc.

 Capacitar a los profesores para reflexionar sobre su propia práctica, evaluando el papel y la contribución de estos medios al proceso de enseñanza-aprendizaje.



Todas las sociedades son sociedades del conocimiento ya que ha sido este el recurso fundamental en la organización del poder, la riqueza, y la calidad de vida en cualquier época. Lo que es específico de nuestra sociedad no es que sea del conocimiento, sino el hecho de que en la sociedad actual la producción y generación de conocimiento y el procesamiento de información tiene una base tecnológica de nuevo tipo que permite que esa información y ese conocimiento sean difundidos y procesados en tiempo real a escala planetaria en el conjunto de los procesos que constituyen la actividad humana.
La relación entre el contexto actual de la sociedad de la información, la medicina y los sistemas sanitarios es especialmente importante dado que en este ámbito de actividad la información y el conocimiento son especialmente relevantes. 
Según Nettleton (2004), los cambios sociales, económicos y tecnológicos que se están produciendo en nuestra época plantean un cambio sustancial en los flujos de información y conocimiento que está reconfigurando los roles profesionales e institucionales, las prácticas médicas, la percepción del enfermo y la propia conceptualización de la enfermedad. En este sentido, las innovaciones tecnológicas, especialmente las relacionadas con las TIC, sugieren que la agenda de actuación en los sistemas sanitarios esta siendo cada vez más "informacional". 
Dentro de este nuevo contexto social, económico y tecnológico no es de extrañar que haya surgido conceptos como la eSalud (eHealth), para abarcar las posibles aplicaciones de las TIC, especialmente Internet, en el campo de la salud4. Una de estas aplicaciones es el uso de estas nuevas tecnologías para abordar las cuestiones relacionadas con la formación (eAprendizaje – e.Learning), cuestión clave dentro de los sistemas sanitarios.

Si la introducción de las TICs en la salud esta produciendo cambios que nos hacen repensar la concepción de la propia medicina (Nettelton & Burrows, 2003), también nos ha de hacer reflexionar sobre los cambios que se están produciendo en el campo de la educación médica. 
El uso de las TICs en la educación médica, especialmente Internet como medio de información, comunicación y organización social, ofrece nuevos escenarios y retos a todos los profesionales. El e.Learning, entendido como el uso de las TICs para ofrecer una abanico amplio de soluciones que aumenten los conocimientos y el rendimiento de los profesionales, ha de superar, como en cualquier proceso de cambio/crisis, numerosos mitos. 
Existe ya evidencia que destaca que el uso de Internet para la educación médica es tan efectivo como los medios que tradicionalmente se han utilizado. No obstante, a pesar de esta efectividad y de los niveles de satisfacción alcanzados no se deben de dejar de lado la existencia de numerosas barreras y fricciones relacionadas con factores organizativos, culturales y sociales propias de la introducción de este tipo de tecnologías en los contextos sanitarios.

Sistema de información y gestión académica
Una vez resueltas las cuestiones relacionadas con el modelo pedagógico que vamos a establecer es fundamental dotarlo de una arquitectura tecnológica apropiada y de una gestión óptima. 
Existen un sinfín de siglas relacionadas con las aplicaciones que permiten la acción formativa mediada por las TICs y al menos tres posibilidades:
Adquirir un software ya desarrollado en el mercado.
 Desarrollar aplicaciones dentro del propio proyecto.
 Adaptar soluciones de código abierto (software libre)
Estamos ante una cuestión importante, no obstante no hemos de olvidar, sin dejar de lado la gestión y el mantenimiento de esta tecnología, que la finalidad del proyecto es el punto clave y por tanto la solución tecnológica que se adopte ha de estar perfectamente alineada con esta finalidad.
Un condicionante importante de esta decisión está relacionado con el ordenador de trabajo del destinatario final de la acción formativa y la calidad de conectividad a la Red que posea. Este tipo de cuestiones también han de ser coherentes con los materiales educativos o las aplicaciones necesarias para que el estudiante alcance sus objetivos de aprendizaje.
Por último, hemos de tener en cuenta las cuestiones relacionadas con la gestión de la acción formativa (matriculas, pagos, secretaria académica, gestión de la creación de materiales...) y si nuestros sistemas de información soportaran o no esta gestión. De nuevo hemos de volver la vista atrás hacia la definición del proyecto que hayamos hecho. Es posible que la gestión académica sea realizada de manera presencial o mediante otro tipo de sistemas de información no incluidos en nuestras aplicaciones informáticas. O puede ser imprescindible que este tipo de gestiones también se realicen on-line y estén perfectamente integradas con el resto de sistemas. Incluso puede tratarse una acción formativa no reglada que no requiere de este tipo de procesos en cambio sea necesario que facilite la creación de contenidos online para los estudiantes. 
La reflexión sobre la nueva actividad que vamos a impulsar; los aspectos relacionados con la gobernabilidad y la estructura organizativa de nuestro proyecto; el modelo pedagógico que vamos a implementar; los sistemas de información y gestión necesarios; la atención a la comunicación y los servicios que ofreceremos y, por último, el diseño de una prueba piloto son factores a tener en cuenta antes de sumergirse en un proyecto de e.Learning. 
  En todo escenario docente, independientemente del desarrollo y del modelo de formación empleado; siempre el docente ha acudido a los medios de enseñanza para desarrollar el método y alcanzar los objetivos propuestos. Los adelantos tecnológicos, con la llegada del Siglo XXI y la era de la Informatización, la Globalización y los modelos neoliberales traen a países del tercer mundo esos adelantos y estos, de una forma u otra, tratan de copiar tales modelos.  La Educación Médica Superior en ansias de perfeccionarse y de lograr la pertinencia deseada, se ha visto inmersa en tales empeños y ha mostrado modificaciones con impactos considerables sobre cada uno de los actores dentro del Proceso docente educativo. Las tecnologías de la informática y las comunicaciones han estado estrechamente ligadas al proceso de enseñanza en la Educación Médica Superior, incluso concebidas como protagonistas a la hora de diseñar programas de estudios. La aparición del nuevo método de formación del médico general básico, integral y comunitario desde hace poco es ejemplo fidedigno de este hecho.  Con el mismo comienzo del proceso, que es la orientación de los nuevos contenidos, se acude a un profesor virtual que llega al alumno mediante una CD conferencia que muchas veces no sigue de manera adecuada los requisitos mínimos para que este medio se convierta en una buena forma de comunicar: orientaciones poco flexibles, demasiado esquemáticas o extensas, repetitivas de cuestiones asequibles en otras fuentes bibliográficas. Se hace imprescindible entonces el papel del docente presencial y activamente en este momento; el mismo tiene la función más importante, además de su papel educativo debe actualizar, familiarizar y ubicar al estudiante en la forma en que esos aspectos orientados llegarán a él y podrán ser utilizados en su práctica médica, además del uso formativo y precedente para conocimientos que serán adquiridos en su futura formación. Esto hace insustituible el rol del profesor, pero al mismo tiempo las TICs se tornan otro factor protagónico dentro del Proceso. - Pasividad del docente durante el transcurso de la CD conferencia, deficiencias en el uso de las mismas y poca combinación con otros medios, tradicionales e incluso con otras TICs; son a mi entender elementos decisivos para llegar al cumplimiento de los objetivos y lograr que nuestros educandos y profesores se sientan atraídos por estos nuevos modelos de enseñanzas. - La orientación no solo debe basarse en la CD conferencia; la proyección de videos, presentación de softwears y multimedias, el uso de imágenes virtuales y radiológicas, son otras de las opciones que el docente tiene y a las que puede acudir para enriquecer la orientación, incluso esa es la única vía de mostrar al alumno la situación actual y real de su comunidad, que por el uso múltiple dado a estos medios, incluso en otros países latinoamericanos, se pierde este detalle. - No es necesario que todas las actividades orientadoras presenten el mismo formato y sean esquemáticas, aún cuando se trate de las que conforman una misma asignatura. Variados son los temas y las complejidades de los mismos, como disímiles son las TICs. Esto es un aspecto que bien debe tenerse en cuanta en la preparación de una asignatura. - En el caso que se aborda que es la orientación del contenido o en otros escenarios denominada conferencia encuentro hay que considerar para la selección y empleo de las TICs que es el primer momento en que el estudiante se enfrenta a un contenido y esto siempre tiene un impacto en la psicología del alumno. A veces un aspecto mal tratado, un comentario, la extensión de un contenido y hasta un color o una imagen de una diapositiva, pueden ser decisivos en la asimilación y la visión que el estudiante tenga de un tema para toda su vida. - Sin lugar a dudas es un tema muy importante. El conocimiento de las TICs y su empleo en la enseñanza en general y en particular en la Médica Superior, debe consolidarse y ser motivo de investigación de cada docente que se desenvuelva en estos medios. Cada comentario, cada opinión y cada criterio provenientes de cualquiera de los actores del proceso tienen que ser valorados. Las TICs llegaron para bien nuestro, pero solo si sabemos usarlas de manera correcta nos podrán mostrar sus bondades y solo entonces estudiantes, profesores y directivos se sentirán más identificados y comprometidos con los nuevos modelos de enseñanza dentro de la Educación Médica Superior.  



Necesidad de un cambio en las metodologías educativas aplicadas en medicina
La práctica de la medicina tiene actualmente algunos aspectos diferenciadores en relación a etapas anteriores. Entre estos aspectos cabe destacar: el trabajo en equipo multidisciplinario, la simultaneidad de múltiples datos de distintas fuentes, la toma de decisiones complejas y con niveles de incertidumbre, competencias diferentes que deben de converger en una misma acción, y la participación activa del paciente/ciudadano en la toma de decisiones que le atañen.
Merecen mención aparte la incorporación de las tecnologías de la información y de la comunicación (TICs), los cambios culturales y una nueva realidad social, el incremento progresivo de la población de enfermos crónicos crecientes y de población frágil por su edad, que suponen un enfoque distinto del de los enfermos agudos.
La suma de estas facetas de la medicina obliga a replantear el perfil del medico, del enfermero o de cualquier otro profesional de la salud. Este nuevo profesional deberá reciclarse permanentemente o incluso poder cambiar de área de actividad; tiene que saber enfrentarse a nuevos problemas y dar respuestas objetivas y ajustadas a las necesidades del paciente. Sus competencias van allá de las meramente relacionas con las enfermedades; así, requiere un buen dominio de la comunicación en todas sus vertientes, un profundo sentido del profesionalismo y un manejo de las TIC.
Para alcanza este perfil, el alumno, desde el primer momento, debe de ser el propio protagonista de su formación, relegando la función del profesor a una actividad tutorial y de mentor. Esta formación ha de asegurar que, cuando entre en contacto con el paciente, haya adquirido las habilidades necesarias que eviten a éste riesgos y molestias innecesarias. A su vez, los métodos de formación que se ofrezcan a los estudiantes deben de tener curvas de aprendizaje que mejoren su rendimiento.



Desde esta perspectiva, la clase magistral en su concepción actual –es decir, la clase basada en el profesor con alumnos como receptores pasivos y con bajo nivel de interactividad– pierde parte de su valor en la formación de los futuros profesionales. Nuevos espacios de formación con funciones específicas, nuevas tecnologías y nuevas metodologías constituyen el eje de este cambio de paradigma educativo que necesita la medicina en el s. XXI.
Todas las actividades educativas tienen actualmente un ciclo, con cuatro etapas: la primera es la acción educativa propiamente dicha; la segunda es el feedback (retroalimentación), en el que se analiza lo realizado y se compara con los objetivos que se habían predeterminado; la tercera etapa, denominada debriefing, corresponde al análisis critico y razonado de la acción educativoa para construir espacios de conocimiento nuevo; y, finalmente, existe la evaluación, que puede adquirir múltiples formas. Estas actividades han de realizarse bien contextualizadas, es decir, en condiciones que favorezcan su asimilación y formando parte de un currículo preestablecido.


Simulación de la realidad como herramienta de cambio
La tecnología moderna permite conjugar equipos de robótica, realidad virtual o simplemente recurriendo a actores, y escenarios que remeden la realidad, consiguiendo reproducir situaciones de manera muy real.
Resulta importante iniciar el entrenamiento en situaciones de comunicación difícil, como pueden ser las malas noticias, las peticiones de consentimiento informado y la relación con pacientes de trato complejo.
También las actividades de role-play, simulando reuniones de trabajo, análisis de incidentes, etc., son útiles para que el estudiante conozca las técnicas de las reuniones en grupo y su importancia como soporte a la práctica clínica de calidad.
La realidad virtual ofrece diversas posibilidades en el entrenamiento médico. Esta tecnología se emplea para el entrenamiento de habilidades complejas como endoscopia, laparoscopia o navegación endovascular; en general, estas habilidades se dirigen más a la formación especializada que a la formación de grado.

Bibliografía
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